El informe publicado por Celetem el pasado mes de abril estudia la situación social y económica del consumo europeo. Este estudio se ha realizado en doce países europeos durante los años 2009-2014.

El primer punto destacable es la opinión de los europeos sobre la economía de su país que ha mejorado pasando de 4 a 4,3 (en una escala del 1 al 10), aunque los datos quedan lejos de los niveles de opinión de la economía de los años anteriores a la crisis (4,9 en 2008). También se puede apreciar en 2015 el incremento de intención de consumo, donde en nueve de los doce países analizados  la intención de consumir es mayor que la intención de ahorrar.

El dato más perjudicial obtenido en este estudio está relacionado con el alto nivel de desempleo que ha generado un aumento de la desigualdad y una mayor diferencia de la fuerza de compra de los europeos. Esta situación de crisis ha provocado variaciones en los hábitos de consumo de los ciudadanos europeos, mostrando más atención al origen, calidad, composición e impacto medioambiental de los productos. El 62% de los encuestados consideran que actualmente realizan la compra de una manera más racional y madura, influida por los avances tecnológicos y la coyuntura económica.

Con respecto a España, se puede considerar una mejora en el estado de ánimo y en la intención de gasto desde el pasado 2013 y asimismo se puede apreciar una mejora del consumo de los españoles durante 2014. No obstante, el estudio demuestra que dos de cada tres españoles viven actualmente en una situación más desfavorable que hace cinco años y como consecuencia, se manifiestan más propensos a negociar el precio de los productos que la media europea.

Como conclusión de este estudio cabe destacar una frágil recuperación económica en Europa, por lo que se hace necesaria una mejora de la competitividad de las empresas en determinados países.