• Los comercios están al límite después de tantas restricciones y cambios en los horarios y piden ayudas a fondo perdido.

Con este triste pero actual paralelismo, desde Aprocom lanzamos una llamada de auxilio. Casi un año después de nuestro anterior llamamiento con titular semejante, desde la patronal del comercio de Sevilla y Provincia alzamos la voz para hacer ver que, partiendo del indudable necesario control de la enfermedad, las restricciones horarias y la falta de movilidad perimetral son factor clave para nuestro sector. Se ha producido un acusado descenso en lo que lo que llevamos del periodo de rebajas (que, como sabemos, no tienen duración oficial), con unas pérdidas superiores al 60% en ventas. Podemos afirmar que se trata de la peor campaña de rebajas desde que éstas tienen existencia; ello, unido al desastroso periodo navideño, ha hecho que el comercio de Sevilla esté al límite de su supervivencia. Además, hemos constatado que, con el actual horario de apertura, la actividad comercial es nula por la tarde, con el cierre a las 18.00 h.

De ahí que, en la medida de lo posible, solicitamos a la Junta de Andalucía una ampliación del horario de cierre y una movilidad basada en las comarcas y áreas metropolitanas, ya que muchas pequeñas poblaciones no cuentan con oferta comercial suficiente en su localidad y necesitan desplazarse a ciudades mayores. Aligerar esas restricciones, en función de los parámetros sanitarios, ayudaría a un pequeño impulso del consumo y ventas, en estos momentos tan necesario.

De otra parte, reclamamos a las diversas Administraciones, central, autonómica y local, que el cierre progresivo o temporal de actividades económicas y con restricciones a la movilidad ha de ir acompañado de ayudas públicas directas, subvenciones a fondo perdido, bonificaciones y exenciones fiscales. Los comercios cerrados no pueden atender ya sus obligaciones financieras y costes fijos.

Ello al igual que se ha hecho en otros países de la eurozona, y, salvando las necesarias diferencias presupuestarias. Países como Francia, Alemania, Inglaterra, Bélgica o Italia han ido, en su red asistencial, más allá de los ERTE o la financiación a través de los préstamos ICO.

Además de sus figuras similares a éstas adoptadas en España, paralelamente se han puesto en marcha paquetes de ayudas directas a fondo perdido a empresas y trabajadores, como el fondo de solidaridad francés para pequeñas y medianas empresas obligadas a cerrar o a reducir fuertemente su actividad. Este se han ido ampliando y adaptando para centrarse sobre todo en los sectores más afectados. Ello acompañado de necesarias exoneraciones fiscales o reducción de impuestos como el IVA en el caso de Alemania

Es necesario ayudar a paliar las pérdidas por los cierres o reducciones obligatorios y en Alemania, por ejemplo, el Gobierno les sufraga en algunos casos hasta el 75% de los ingresos que declararon en noviembre de 2019.

Asimismo, en Inglaterra el Banco de Inglaterra ha respaldado todas las ayudas directas. Otros países como Bélgica han dividido las subvenciones directas a recibir en dos tramos: las empresas cerradas y las que han abierto pero que puedan acreditar que su facturación ha caído un 40%.

Además, reclamamos que es necesario sortear la enrevesada burocracia y agilizar el proceso para que las ayudas lleguen a tiempo

En este sentido, y en otro orden de cosas, solicitamos a la Junta que, en la convocatoria de subvenciones para impulsar la modernización y mejora de la competitividad de las pymes comerciales de 26 de junio 2020, ponga todo su esfuerzo en solventar los problemas surgidos en la tramitación del expediente y que ya hemos transmitido a la Administración Autonómica. El comercio de Sevilla y su Provincia se siente discriminado respecto al del resto de Andalucía, con numerosas irregularidades en las distintas resoluciones, que han dificultado más, si cabe, el acceso a las tan necesarias ayudas.

Emplazamos a la Junta a buscar una salida a esta situación tan injusta para el comercio Sevillano que solo pide el mismo trato que el del resto de Andalucía.